La plasticidad sináptica es la capacidad que tiene el sistema nervioso para
cambiar su morfología o funcionalidad a través del desarrollo, siendo la
potenciación a largo plazo el principal mecanismo de plasticidad que permite
generar la memoria de días, meses o años. Este proceso esta mediado por la
activación de receptores N-metil-D-aspartato (NMDA) que producen una cascada
molecular que finalmente permite la síntesis de proteínas como el factor
neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) que generan supervivencia, crecimiento y
plasticidad sináptica. En los últimos años se ha evidenciado que el ejercicio físico
puede estimular la producción de factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1) que
activa receptores neuronales que finalmente producen la generación de BDNF,
siendo el trabajo físico un elemento que ayuda a la neuroplasticidad.
11 de abril de 2016
Plasticidad Sináptica y Ejercicio