Los abdominales son una fuente inagotable de dudas y nuevos ejercicios que no podemos pasar por alto. A pesar de todo existen algunas formas de entrenarlos que siempre suelen estar presentes en las diferentes tablas de entrenamiento. Un ejemplo claro es el crunch de abdominales que se puede realizar en suelo o en máquina, y por ello vamos a analizar las diferencias entre ambas maneras de entrenar de esta forma.
La mayoría de las veces que asistimos al gimnasio solemos ver a muchas personas realizando abdominales en la máquina de crunch, pero ¿realmente esto es efectivo a la hora de obtener unos buenos abdominales? Existe la posibilidad de realizar este ejercicio en suelo, y por ello es necesario que sepamos las ventajas e inconvenientes de hacerlo de una u otra manera.
Al trabajar en suelo debemos tener presente que la espalda sufrirá mucho menos que si lo hacemos en la máquina. Es cierto que las máquinas están preparadas para trabajar esta parte del cuerpo pero en muchos casos no se adaptan a la perfección a la forma de nuestro cuerpo, y pueden ser una forma muy incómoda de incidir sobre este grupo muscular, ya que en la mayoría de los casos se trata de un movimiento forzado que normalmente suele incidir sobre la espalda, ya que la tensión del ejercicio se desplaza de la zona abdominal a la parte de las lumbares.
Al trabajar en suelo con este ejercicio mantenemos la espalda apoyada totalmente en la superficie, lo que nos ayuda a mantener una postura correcta y evitar la sobrecarga de esta parte del cuerpo. En la máquina esto es más difícil. Aunque sí que es cierto que al mantener las piernas elevadas cuando realizamos este ejercicio en el suelo podemos llegar a concentrar la tensión en la zona lumbar, mientras que en la máquina las piernas se mantienen fijas a los agarres, por lo que el recorrido está guiado y en ningún caso corremos el riesgo de que las piernas sean las culpables de sobrecargar la zona lumbar.
Al trabajar en el suelo el movimiento es mucho más libre que si lo realizamos en la máquina, lo que nos permite adaptarnos mejor a nuestras posibilidades físicas, ya que al impulsarnos únicamente del abdomen no siempre somos capaces de elevar el cuerpo del todo, sino que simplemente realizaremos la fuerza de la que seamos capaces. En cambio en la máquina de crunch estamos obligados a realizar el movimiento que el aparato nos dicta, y que en muchos casos no se adapta a nuestras cualidades físicas, lo que hace que echemos mano de otros músculos para poder realizar el ejercicio y de esta manera sobrecargar otras zonas del cuerpo.
Al realizar el crunch en el suelo incidiremos mucho más en la zona abdominal que si lo entrenamos en la máquina, ya que nos concentramos mucho más en la parte trabajada, puesto que no tenemos que estar pendientes de agarres y demás apliques que involucra el trabajo en este tipo de máquinas. Pero en muchos casos puede ser más sencillo realizarlos en la máquina que en el suelo, ya que todo el movimiento es guiado, sobre todo en el caso de los que comienzan a realizar los abdominales que deben hacerlo con poca carga para hacerlos de la forma adecuada concentrando todo el empuje en la